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Aston Martin Vantage 2018, fusión de gallardía y elegancia

La nueva generación se reinventa tanto en diseño como en tecnología y mecánica.

Aston Martin Vantage 2018, fusión de gallardía y elegancia

El nombre Vantage es una denominación con peso dentro de la historia de Aston Martin que nos lleva a la época del DB2 en la década de los 50. Su premisa es ofrecer un producto mucho más deportivo que los lujosos Gran Turismo de la firma, como el DB11 o el Vanquish. Biplaza, compacto y más ligero, es sin dudas el más cercano a la experiencia de manejo que podría ofrecer digamos, un Porsche 911 o un Mercedes-AMG GT.

Salvo un par de actualizaciones el saliente Vantage es prácticamente el mismo desde que salió al mercado en 2005 y desde entonces ha cimentado su reputación en un diseño atemporal, motores atmosféricos y ese toque deportivo, pero elegante al mismo tiempo.

Pero hoy, Aston Martin es una marca más osada, algo que queda de manifiesto al ver al DB11 o al Valkyrie y el Vulcan, así como el debut de AMR, el brazo deportivo de la firma británica. El lujo y la elegancia está, pero reinventada completamente. Es la única manera de superar algo que ya tenía una excelente aceptación.

Su diseño, tiene mucho del DB11, pero tambien en el frontal, mucho del Vulcan o del Valkyrie, donde la clásica parrilla de Aston Martin se dibuja solo a partir del contorno superior, usando la parte baja para soportar un spoiler inferior. La parte trasera es aún más radical, usando un conjunto luminoso muy largo y afilado, que recorre toda la zaga, pero que tambien dibuja esta clásica firma de Aston Martin, con los hombros un poco más bajos que la zona central. Sin dudas, la mejor palabra para describir al Vantage es "futurista", con la simpleza y elegancia de un auto conceptual, llevado a la realidad.

El motor del Vantage se renueva completamente y gracias a la alianza con Mercedes-Benz, se puede disfrutar de un espectacular V8 AMG de 4.0 litros Bi-Turbo que entrega 503 Hp y 505 lb-pie de torque. La transmisión robotizada de antaño es completamente reemplazada por una unidad ZF automatica de 8 velocidades. Logra un equilibrio de 50:50 perfecto para la pista, considerando además un peso de apenas 1.5 toneladas, gracias a la estructura en aluminio en la cual se basa, al menos en un 30%; la plataforma del DB11.

El Vantage hace el 0-100 en 3.6 segundos y logra una velocidad final de 316 km/h. Es más veloz incluso que un Vantage V12 S

A su carácter ayuda bastante una estructura posterior mucho más rígida que en el modelo anterior, con una suspensión activa de 3 modos, perfecta para poder sacar el máximo del Vantage en cualquier condición. A esto se suma una primicia en la marca, un diferencial de bloqueo electrónico, vinculado al sistema de estabilidad, el que se adapta y bloquea gradualmente según el auto lo requiera, sea una emergencia o para maximizar el agarre en curvas.

En el interior, algo que se agradece de la alianza con Mercedes-Benz es el préstamo de muchos elementos tecnológicos, los que incluyen comandos auxiliares y el sistema multimedia, significativamente mejores y mucho más actualizados que en cualquier Aston Martin de épocas pasadas. 

 

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